Es difícil escoger un libro entre toda los cuentos de David Wiesner, sin embargo, "Flotante" y "Los tres cerditos" (The three pigs, 2001) son los dos favoritos de todos mis hijos. Pueden mirarlos y remirarlos una y otra vez sin cansarse, siempre descubren algo que nuevo que les sorprende.
Flotante, si no has visto nunca una ilustración de Wiesner, es simplemente apabullante. Su imaginación es sorprendente y estimulante, tanto para niños como para adultos. Sin embargo he decidido hablar en primer lugar de Los tres cerditos, porque, a pesar de su título (uno espera el cuento de toda la vida), nos encontramos sin darnos ni cuenta en un embrollado cuento transversal.
"Había una vez tres cerditos que se fueron por el mundo a buscar fortuna. El primer cerdito decidió hacerse una casa, y se la construyó con paja.
Llegó el lobo, llamó a la puerta y dijo ``Cerdito, cerdito, déjame entrar´´
Y el cerdito contestó ``Ni por los pelos de mi barbilla´´
Entonces el lobo dijo: ``!Pues soplaré y soplaré y tu casa tiraré!´´"
Llegó el lobo, llamó a la puerta y dijo ``Cerdito, cerdito, déjame entrar´´
Y el cerdito contestó ``Ni por los pelos de mi barbilla´´
Entonces el lobo dijo: ``!Pues soplaré y soplaré y tu casa tiraré!´´"
De repente, al soplar el lobo la casa de paja, el cerdo sale disparado, pero no de su hogar, no, sino del cuento!
Y a partir de ahí se teje una hilarante historia en la que los tres cerditos, con ganas de descubrir este mundo paralelo que acaban de descubrir y en el que están a salvo, visitan otros cuentos y acaban llevando a su propia historia otros personajes que también quieren escapar de lo que está escrito.
Hablar de Wiesner es hablar de su innegable talento artístico. Sus dibujos despiertan mucha admiración en mis hijos, y, cuando vieron como los tres cerditos se transformaban al salir del cuento o bien al entrar en la historia de la canción de "Hey didle didle", se produjo un clic en ellos al descubrir que un mismo personaje puede adoptar diferentes estilos dependiendo de cómo se dibuje.
Mi escena favorita es la que ilustra en primer lugar este post, con los tres cerditos volando sobre un avión de papel (hecho con su propio cuento) en el vacío aliterario. ¿Pueden tres cerdos ilustrar una estampa de libertad y asombro? Sí, pueden!
Es una pena que en la versión al español se pierda el guiño a la canción infantil "Hey didle didle", tan popular en lengua inglesa. Al traducirla queda una escena un poco sin sentido para quien no conozca la tonada. Mis hijos que la descubrieron hace poco, se rieron muchísimo al ver al gato saludar con un casual "Hey didle" cuando se acerca a los cerditos.
He encontrado una versión en español online que podéis leer de forma gratuita, aunque os aseguro que no es nada comparable a leerla con el cuento en las manos.
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